A la hora de optimizar la productividad en la industria, el consumo de energía es uno de los pocos insumos que se puede controlar fácilmente.
Las consecuencias de la mala calidad de la energía, como el factor de potencia y los armónicos, no solo pueden ser un golpe directo al centro de la línea debido a las sobrecargas por las utilidades locales, sino que la energía sucia puede paralizar equipos cruciales y producir tiempo de inactividad.
La mayoría de los problemas de energía se originan en el interior de la instalación. Entre los problemas, se encuentran los siguientes:
- Instalación: tendido o descarga a tierra inadecuados o distribución insuficiente.
- Funcionamiento: equipo operado fuera de los parámetros de diseño.
- Mitigación: blindaje inadecuado o falta de corrección de factor de energía.
- Mantenimiento: deterioro del aislamiento del cableado.
Incluso un equipo perfectamente instalado y mantenido en una instalación bien diseñada puede presentar problemas de calidad de energía, ya que estas máquinas envejecen. Y los problemas de energía pueden originarse desde el exterior de la planta también, generados por interrupciones imprevisibles, caídas de tensión y sobretensiones.
Es evidente que existe un coste asociado con la calidad de la energía. ¿Pero cómo se puede cuantificar? Las herramientas de calidad de potencia y energía de Fluke, incluidos los analizadores y registradores de energía monofásica y trifásica, están diseñadas para aplicaciones industriales y comerciales para medir la calidad de potencia y cuantificar los costes asociados.